Descripción
Pocas veces en la memoria de un viajero ha habido un país tan hechizante como Turquía. Su patrimonio artístico e histórico es inagotable y contiene dos de las siete maravillas del mundo. Nuestra Turquía mágica: Estambul, Capadocia, Costa Egea es, sin duda, un buen punto de partida para conocer el país.
A menudo incomprendida, reducida a tópicos y amalgamas, Turquía es un gran país, rico y cautivador. Cuna de algunas de las mayores civilizaciones del mundo, es el resultado de fabulosos mestizajes. Pero Turquía es un país enorme, imposible de abarcarlo en un solo viaje. Por ello, esta guía se centra en tres de los destinos más atractivos para el viajero: Estambul, Capadocia y la costa del mar Egeo.
Estambul es la única ciudad del mundo atravesada por un brazo de mar: el Bósforo. Visitarla es como viajar en el tiempo y vislumbrar la antigua Constantinopla gracias a los numerosos vestigios. La riqueza de su historia y la influencia de varias culturas la convierten en un lugar excepcional.
Tras la erupción de las montañas Erciyes, Hasan y Göllüdag hace dos millones de años, los restos volcánicos depositados en los valles dieron origen al encantador paisaje de Capadocia. Este lugar de aspecto lunar está formado por colinas, escarpados acantilados, profundos cañones, características chimeneas de hadas y sinuosos ríos. Aquí, el agua y el viento han esculpido una obra de arte única e impactante con los restos de los vientres de los volcanes.
La costa del Egeo es una costa única que combina unas playas limpias junto a un patrimonio arqueológico de un valor incalculable. Visite la fortaleza, el puerto de Bodrum y su península. Salga de fiesta por los pequeños y pintorescos bares de la playa. No se pierda el trío de Priene, Mileto y Dídima. Maravíllese con las murallas bizantinas, el antiguo yacimiento y el viejo puerto de Éfeso, la basílica de San Juan en Selçuk y el pueblo de Şirince. O vaya de compras al mercado auténtico de Tire los martes. La Costa del Egeo está llena de joyas.