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onsiderado una de las plumas imprescindibles de nuestro país, Julio Camba (Villanueva de Arosa, 1884) forjó con el tiempo un estilo inimitable que confirió al periodismo rango de literatura.
Desempeñó su labor para distintas cabeceras, entre las que cabe mencionar el Diario de Pontevedra, España Nueva, El Imparcial y ABC. Fue corresponsal en Estambul, Londres, París y Nueva York, y siguió de cerca acontecimientos
como la Primera Guerra Mundial y el crack de 1929.
Entre sus obras destacan La rana viajera (1921), El matrimonio de Restrepo (1924), Sobre casi todo (1927), Sobre casi nada (1927), La casa de Lúculo (1929) y La ciudad automática (1932).
Julio Camba murió en 1962 en la habitación 383 del hotel Palace de Madrid, en donde se había instalado trece años antes.