El Caminito del Rey presentó su candidatura a ser Patrimonio Mundial de la Humanidad a principios del mes de mayo. Se trata de un proceso lento: la candidatura debe pasar por el Consejo de Gobierno y el Parlamento de Andalucía, que debe incluirlo en la Lista Indicativa Española de bienes susceptibles de ser reconocidos como patrimonio mundial. Después, el Consejo del Patrimonio Histórico será el encargado de trasladar esta petición a la Unesco, quien decidirá si lo incluye o no en su lista.

El Caminito del Rey es una pasarela peatonal de algo más de tres kilómetros apoyada contra las paredes del desfiladero de los Gaitanes, una garganta del río Guadalhorce situada sesenta kilómetros al norte de la ciudad de Málaga. Fue construido por la Sociedad Hidroeléctrica del Chorro entre 1901 y 1907 para poder facilitar el acceso al canal y facilitar maniobras y transportes, creando así un paso entre los saltos del Gaitanejo y del Chorro para los operarios de mantenimiento. En los años 1990, el Caminito presentaba un estado de conservación lamentable debido a la dejadez y la falta de mantenimiento. En 2015, la Diputación Provincial de Málaga lo abrió al público después de sufragar su reparación con un presupuesto público de 5 millones de euros. Actualmente, es gestionado por una empresa privada.
Turismo responsable en el Caminito del Rey
Desde el Caminito del Rey apuestan por el desarrollo de un Sistema de Turismo Responsable y se comprometen a cumplir los requisitos establecidos en el estándar Biosphere, entre los que se incluyen la promoción de buenas prácticas medioambientales y la puesta en valor del patrimonio cultural y natural del entorno. Asimismo, también hay un intento de potenciar su impacto positivo en la población local y minimizar los impactos negativos que se puedan ocasionar.
Con la candidatura a Patrimonio, se prevé proyectar más aún la marca del Caminito del Rey, aunando el apoyo integral de los municipios de la provincia por tal de centralizar en este punto el turismo interior de la provincia de Málaga. Según la alcaldesa de Ardales, la declaración del Caminito como Patrimonio Mundial sería importante para mejorar la infraestructura y la conservación del patrimonio, y aumentar el número de turistas, que ya superan las 300.000 visitas anuales, teniendo en cuenta que las visitas están reguladas para proteger el sendero.
Esta iniciativa pretende poner en valor el Caminito del Rey, así como los puntos de interés ligados a este: la necrópolis del cerro de las Aguilillas, la iglesia rupestre mozárabe de Bobastro y la cueva de Ardales. Todos los enclaves están situados dentro del Paraje Natural del Desfiladero de los Gaitanes, Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y Reserva de la Biosfera Intercontinental del Mediterráneo Andalucía-Marruecos.
“…la declaración del Caminito como Patrimonio Mundial sería importante para mejorar la infraestructura y la conservación del patrimonio y aumentar el número de turistas…”
Aunque apoyamos su candidatura, desde el punto de vista natural resulta extraño pensar que un espacio declarado Paraje Natural se proponga candidato a convertirse en Patrimonio Natural de la Humanidad. Si bien es un espacio con un gran interés geomorfológico, aún no ha sido incorporado a la red de Parques Nacionales estatal, como sí lo están el resto de espacios naturales españoles considerados Patrimonio Natural de la Humanidad. Pese a la belleza del desfiladero de los Gaitanes, podemos afirmar que no es comparable con otros enclaves como los Parques Nacionales de Garajonay, Doñana, Ordesa o Teide, declarados Patrimonio por la Unesco por contener fenómenos naturales superlativos, ser ejemplos eminentes de procesos ecológicos y biológicos o contener los hábitats naturales más representativos y más importantes para la conservación de la biodiversidad (como es la isla de Ibiza).

Por otro lado, los criterios de la Unesco para la adhesión de bienes culturales a su lista son muy estrictos. Por un lado, el Caminito del Rey ha sido reconstruido en gran parte de su recorrido, utilizando técnicas modernas y materiales novedosos que distan de la consideración del recorrido como elemento histórico, ya que la pasarela auténtica queda situada por debajo de la moderna y está en un estado de conservación lamentable. Los hitos industriales que han sido considerados Patrimonio Cultural de la Humanidad constituyen verdaderos ejemplos del avance de la civilización con una elevada complejidad, como por ejemplo el Sitio de patrimonio industrial de Rjukan-Notodden, que «comprende un conjunto de centrales hidráulicas, tendidos de líneas eléctricas, fábricas, redes de transporte y dos núcleos urbanos», situado en medio de «un espectacular paisaje de montañas, cascadas y valles fluviales», al sur de Noruega.
El Camino Real de Tierra Adentro también fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 2010. Situado en México, esta ruta de 2600 kilómetros servía para transportar la plata y el mercurio y «propició el establecimiento de vínculos sociales, culturales y religiosos entre la cultura hispánica y las culturas amerindias». También son grandes ejemplos de arquitectura e ingeniería fábricas como la siderúrgica de Völklingen, en Alemania, la perlífera tradicional de Baréin o la Factoría Van Nelle, en los Países Bajos. Al lado de esta lista, el Caminito del Rey se queda corto, sin poder argumentar una relación de culturas clara entre los hitos remarcados en el entorno del camino, una relevancia cultural para la humanidad o un avance tecnológico representativo.
Este camino, de belleza extraordinaria y visita recomendable, no puede compararse en ningún aspecto con el resto de lugares con un «valor universal excepcional» pertenecientes al patrimonio común de la humanidad según la Unesco. Podríamos compararlo con su prima norteña, la ruta del Cares, que ubicada en el Parque Nacional de Picos de Europa constituye un camino de aproximadamente once kilómetros excavado en la garganta del río Cares para poder realizar el mantenimiento del canal de la central hidroeléctrica de Camarmeña-Poncebos.
Es muy positivo el esfuerzo que se ha tomado desde la gestión del Caminito del Rey apostando por un turismo responsable. Sin embargo, no debemos olvidar que el turismo es un fenómeno complejo y que quien realiza un turismo responsable y sostenible es, en última instancia, el turista. Por lo tanto, será necesario ver cómo afecta la popularidad en auge que está asumiendo el Caminito debida a la cantidad de material promocional generado desde las instituciones andaluzas y el deseo de atraer el mayor número de turistas posible a un espacio con limitación de visitas. Esperemos que este impulso turístico no acabe en un monocultivo.

Este camino, de belleza extraordinaria y visita recomendable, no puede compararse en ningún aspecto con el resto de lugares con un «valor universal excepcional» pertenecientes al patrimonio común de la humanidad según la Unesco. Podríamos compararlo con su prima norteña, la ruta del Cares, que ubicada en el Parque Nacional de Picos de Europa constituye un camino de aproximadamente once kilómetros excavado en la garganta del río Cares para poder realizar el mantenimiento del canal de la central hidroeléctrica de Camarmeña-Poncebos.
Es muy positivo el esfuerzo que se ha tomado desde la gestión del Caminito del Rey apostando por un turismo responsable. Sin embargo, no debemos olvidar que el turismo es un fenómeno complejo y que quien realiza un turismo responsable y sostenible es, en última instancia, el turista. Por lo tanto, será necesario ver cómo afecta la popularidad en auge que está asumiendo el Caminito debida a la cantidad de material promocional generado desde las instituciones andaluzas y el deseo de atraer el mayor número de turistas posible a un espacio con limitación de visitas. Esperemos que este impulso turístico no acabe en un monocultivo.