La Comunidad de Madrid tiene actualmente veintitrés monumentos en la Lista Roja de Hispania Nostra y, por desgracia, uno en la Lista Negra como elemento ya no recuperable.
En la guía 101 monumentos que tus hijos, tal vez, ya no verán se han incluido cinco monumentos que podrían desaparecer en un futuro inmediato si no se llevan a cabo las acciones necesarias para preservarlos. Todos ellos de gran valor artístico e histórico.
Muralla medieval cristiana de Madrid
La importancia de la muralla radica en que forma parte de la fundación de Mayrit, nombre árabe de la ciudad. Su primera muralla corresponde al siglo IX, cuando se construyó una atalaya por orden del emir Mohamed I en los terrenos donde se halla actualmente el palacio Real. En el siglo XII, el rey Alfonso VII mandó erigir una segunda muralla como prolongación de la anterior, con el objetivo de proteger los nuevos barrios que habían surgido tras la Reconquista. Buena parte de esta muralla ha desaparecido y los restos que han llegado hasta nuestros días están integrados en algunas de las edificaciones que forman parte del conjunto histórico de la ciudad, en lo que se conoce como el Madrid de los Austrias.

Actualmente, existen tramos de la muralla de titularidad municipal que presentan un importante estado de deterioro por humedades, desprendimientos y vandalismo. Y en algunos casos se han integrado de forma indebida en las nuevas construcciones, incluso llegando a su ocultación o desaparición. Estos fragmentos son los que han dado origen a su ingreso en la Lista Roja de Patrimonio de Hispania Nostra, por lo que supone una importante degradación de la misma, que puede provocar la desaparición en algunos tramos de su recorrido. Se hallan en esta situación los tramos correspondientes a las calles Almendro, Cava Baja y la Escalinata, y la plaza de Puerta Cerrada.
En 1954, la muralla fue declarada Bien de Interés Cultural, Monumento Histórico Artístico en 1993, y ese mismo año se declaró elemento del Recinto Histórico de Madrid, como Zona Arqueológica. En 1995 fue declarada elemento del Recinto de la Villa de Madrid con la categoría de Conjunto Histórico. Hay que mencionar que los restos peor conservados son los de de titularidad pública, que llevan años esperando que se pongan en marcha proyectos de consolidación y restauración.
Cuarteles de Reales Guardias Walonas y Españolas (Aranjuez)
Los cuarteles de las Reales Guardias Walonas y Españolas, construidos entre 1770 y 1772, son un ejemplo de arquitectura neoclásica militar. Se trata de dos edificaciones casi idénticas diseñadas por el arquitecto francés Jaime Marquet, quien también dirigió las obras de los teatros de los Reales Sitios de Aranjuez, San Lorenzo de El Escorial y El Pardo.
Ambos edificios, que forman parte del conjunto histórico de Aranjuez, han estado abandonados durante muchos años. En 1975, la propiedad fue transferida del Ejército a Patrimonio, pero ni aun así se consiguió frenar su progresivo deterioro. Se han perdido las cubiertas y los elementos decorativos en piedra yacen dispersos por la zona, algunos incluso han desaparecido. Queda poco de las fachadas y de los grandes portones, que están tirados por el suelo. Ambas construcciones han sufrido y siguen sufriendo constantes actos de vandalismo y expolio. Es por ello que su degradación cada día es más grave y puede llevar a la total ruina de los cuarteles.
En 2020, el Ayuntamiento propuso un nuevo proyecto para convertirlos en un centro de educación superior y una residencia de estudiantes. Esperemos que se pueda llevar a cabo y que así cambie la suerte de estas construcciones del siglo XVIII.
Edificio del Parque Móvil del Estado (Madrid)
Este edificio alberga la que fue sede de un organismo autónomo creado en 1935 por orden ministerial bajo la denominación de Parque Móvil de Ministerios Civiles, Vigilancia y Seguridad. Fue ideado con el fin de conservar y mantener el patrimonio automovilístico de las autoridades y altos cargos, donde serían aparcados y reparados mientras no estaban en uso. Tras la guerra Civil se retomó su construcción bajo la dirección del ingeniero Jesús Prieto Rincón y el arquitecto Ambrosio Arroyo Alonso.
Dentro del edificio, hay que hacer especial mención a la rampa helicoidal de doble sentido, con cinco alturas, única en España, coronada por un espectacular lucernario, que llena de luz natural el espacio central. En la nave dedicada a la reparación de vehículos se halla un impresionante mural, de 26 metros de largo por 1,6 metros de alto, titulado Los oficios del automóvil, pintado por Germán Calvo en 1951 en un estilo academicista postcubista. Este mural tiene todas las papeletas para desaparecer debido a la posible aprobación de un polémico proyecto.
El Parque Móvil del Estado no está protegido en su totalidad, solo algunos de sus elementos. El peligro que corre el edificio viene dado por la modificación del Plan de Ordenación Urbana de 1997, que permite su derribo y la posterior construcción de viviendas y oficinas. Es evidente que el PME es un valioso edificio industrial del siglo XX por lo representativo de su arquitectura y debe ser conservado por su valor arquitectónico y constructivo, así como por su carácter histórico y social. Actualmente se está luchando para que obtenga la protección de Bien de Interés Cultural.
Casa-palacio del Canto del Pico (Torrelodones)
Esta casa-palacio nació con el objetivo de albergar la colección de arte de José María de Palacio y Abárzuza, conde de las Almenas y marqués del Llano de San Javier. La singularidad del edificio reside en haber incorporado a la edificación elementos arquitectónicos, escultóricos y decorativos procedentes de otros edificios, y de diferentes estilos: las columnas góticas del castillo de Curiel, los artesonados del siglo XIV de Teruel, las imágenes, vidrieras y sillería de la colegiata de Logroño, las puertas de las Salesas Reales de Madrid o el claustro gótico del monasterio de Santa María de la Valldigna.
El palacio ha sido testigo de importantes reuniones de la política española del siglo XX. En 1925, en sus escaleras murió Antonio Maura mientras pasaba allí unos días de descanso. Fue la sede del Estado Mayor del Ejército Republicano durante la guerra Civil. Y también fue testigo de la batalla de Brunete, que fue planeada y dirigida entre sus muros.
Desde hace varias décadas, el palacio está sufriendo robos y actos vandálicos. También ha estado sometido a expolio de casi todos sus elementos decorativos: las rejas, los bajorrelieves, las esculturas y los azulejos. A todo ello hay que sumar numerosos daños en su interior. A eso hay que añadir que el actual propietario ha retirado algunas piezas escultóricas sin autorización legal.
Castillo de Aulencia (Villanueva de la Cañada)

Los primeros testimonios que hacen referencia al castillo se remontan al año 1494, cuando el rey Juan II de Castilla estableció un mayorazgo en estas tierras. Y en 1450 se menciona la existencia de una fortaleza cerca del poblado medieval El Horcajo. Se sabe que uno de sus primeros propietarios fue el señor García Fernández.
Aunque su configuración se ha conservado bastante bien y se aprecia la estructura prácticamente en su totalidad; no obstante, los distintos acontecimientos de su propia historia le han pasado factura, como los bombardeos durante la guerra Civil, que provocaron graves daños en sus muros, donde se pueden apreciar las huellas de los impactos de obuses. Durante siglos, su uso inadecuado, dado que fue utilizado como corral en la década de 1950, y su abandono acentuaron el deterioro.
101 monumentos que tus hijos, tal vez, ya no verán
101 propuestas de viaje para conocer una parte del patrimonio olvidado y participar en su recuperación. Tras ellos se descubren paisajes, pueblos y tierras con un rico pasado e historia.