Los imperdibles de Occitania
Con un sol que sale a menudo al encuentro y una riqueza patrimonial excepcional, Occitania, en la frontera con Cataluña y Aragón, no cesa de desvelar sus tesoros. Basta con acercarse a sus principales ciudades, Toulouse y Montpellier, para descubrir monumentos y espacios excepcionales y una actividad cultural siempre desbordante. Sus pueblos colgados en la montaña y sus majestuosos puentes también lo convierten en un territorio sorprendente, donde el hombre ha creado verdaderas joyas. Por lo que respecta a la naturaleza, desde el mar Mediterráneo hasta los Pirineos, pasando por cañones y viñedos, parece difícil elegir entre todas las actividades de la región. Pero os dejamos aquí algunos lugares imprescindibles.
Si necesita más información sobre este destino, puede consultar nuestra guía Occitania de la colección Petit Futé.
El castillo de Montsegur, la meca del catarismo

Construido sobre un espolón rocoso, también llamado “Pog”, el castillo de Montsegur atrae a los visitantes por su excepcional ubicación, que domina con orgullo el pueblo que se encuentra a sus pies. Fue reconstruido en el siglo XIII y tiene una historia llena de acontecimientos. Primero fue el refugio de algunos cátaros perseguidos por el ejército del Papa, antes de que el rey de Francia decidiera también poner fin al catarismo y a Montsegur. El 16 de marzo de 1244, los cátaros fueron quemados en la hoguera, más de 200 vivos. Encaramada a una altitud de 1207 metros, la fortaleza revela sus formidables restos medievales y unas hermosas vistas sobre el pueblo y los alrededores.
Carcasona, esplendor medieval

Una parada en Carcasona permite descubrir una de las ciudades más fascinantes de Occitania. Los numerosos visitantes que vienen aquí cada año disfrutan paseando por el casco antiguo medieval y descubriendo sus principales monumentos: el castillo del conde o la basílica de san Nazario. ¿Y cómo no fascinarse con sus 3 km de murallas y sus 52 torres, visibles a kilómetros de distancia. Descubrir Carcasona es sumergirse en el corazón de la obra del gran Viollet-le-Duc y su arte de rehabilitar edificios de la época medieval. Carcasona es también el museo de la Inquisición, que permite sumergirse en el corazón del período más oscuro de la historia de la ciudad. Además, ofrece la posibilidad de sentarse en una buena mesa para degustar un cassoulet tradicional.
Disfrute de una vista del viaducto de Millau

El viaducto de Millau es una hazaña técnica monumental. Cuando se mira desde la distancia, uno se da cuenta de lo perfectamente que se integra en el paisaje de Millau. A su alrededor hay numerosos miradores que hacen las delicias de los curiosos que vienen a admirarlo o a tomar algunas fotos. Para ello, y entre los miradores ineludibles, el visitante puede ir al Cap de Costes-Brunas y disfrutar de una amplia panorámica del viaducto y sus alrededores; observar el edificio desde arriba o subir a la terraza del campanario de Millau, que domina el casco antiguo desde sus 42 metros de altura.
Colliure (Cotlliure), joya de los Pirineos Orientales

Colliure es una localidad de gran belleza, una perla situada en la costa mediterránea y dominada por las montañas. Es bueno pasear por su puerto, donde se nota la presencia de bonitos barcos de colores. Los colores también se encuentran en las fachadas de los edificios del distrito de Mouré. En un laberinto de calles empedradas, uno puede disfrutar de una atmósfera jovial y entender por qué muchos artistas fauvistas decidieron plantar aquí sus caballetes para pintar, entre ellos, Derein y Matisse. También están los monumentos de visita obligada: la capilla de San Vicente, la iglesia de Notre-Dame-des-Anges y el castillo real. Para nadar, la ciudad tiene playas y calas directamente en el centro de la ciudad, donde se pueden descubrir aguas translúcidas que también invitan a un cambio de escenario. Pero el lugar imprescindible de la localidad es la tumba de Antonio Machado.
Senderismo en el circo de Navacelles

Situado entre las mesetas calcáreas de Blandas y las del Larzac, el circo de Navacelles es uno de los mayores cañones de Europa, con una profundidad de 300 metros. Este meandro fue excavado por el río Vis y está rodeado por impresionantes muros de piedra caliza. En 2017 se le otorgó el título de Grand Site de France y mientras se practica senderismo por allí, uno acaba de entender el porqué. La mejor manera de descubrirlo es, por supuesto, caminar o pedalear por el cañón y admirar su increíble fauna y flora. También se puede apreciar su esplendor subiendo a la cima del cañón y acercándose a los miradores de Blandas. Para completar la visita, no se pierda la pintoresca aldea de Navacelles y no olvide refrescarse en los días más calurosos en la cascada del Vis.
El puente del Gard, una antigua estructura

Este puente-acueducto construido por los romanos en el siglo I d.C. es simplemente excepcional por sus dimensiones y su excelente estado de conservación. Consta de tres filas de arcos superpuestos y alcanza una altura de 49 m. También es el puente romano más alto del mundo y al admirarlo, uno no puede dejar de notar la proeza arquitectónica que pudo haber representado en su momento. La belleza del río que fluye por debajo y el verde entorno que lo rodea ponen de manifiesto que sus constructores quisieron convertirlo, además de un monumento, en una verdadera obra de arte.
Cruzar el Canal du Midi (Miègjorn)

Este canal del siglo XVII conecta Toulouse con el Mediterráneo. Ofrece un romántico paseo en un entorno verde. Mucha gente pasea o va en bicicleta junto a él para disfrutar de la calma en la orilla del agua y de la sombra de los árboles, perfectos para un pícnic o para realizar actividades en familia. Durante el paseo, también se puede escapar por unos momentos para visitar las localidades de los alrededores, como Carcasona y Castelnaudary. Hoy en día, varias empresas ofrecen alquiler de barcos para realizar cruceros fluviales por las esclusas. El Canal du Midi es Patrimonio de la Humanidad.
Una subida al Pic du Midi

Se puede acceder al Pic du Midi en un teleférico que permite alcanzar el techo de los Pirineos. Si bien el ascenso en teleférico ya es una experiencia por sí misma, ya que tiene lugar a unos 300 m de altura, otras experiencias esperan a los visitantes en el lugar. Primero, por supuesto, puede disfrutar de las magníficas vistas del macizo y aprender a identificar los diferentes picos. Luego, el Espace Expériences espera a quienes deseen conocer las investigaciones relacionadas con el Pic du Midi de manera lúdica: el Planetario deleita a los entusiastas de la historia y la ciencia. Por supuesto, no se irá sin observar el sol en directo desde la Cúpula de Astrónomos. Puede comer en el lugar.
Un viaje al corazón de las estrellas en la Ciudad del Espacio

La Cité de l’Espace de Toulouse ofrece al público la oportunidad de descubrir el funcionamiento de nuestro planeta y de viajar en el tiempo en una visita al corazón del universo.
Gracias a las exposiciones interactivas y a las animaciones, jóvenes y mayores pueden descubrir el mundo aeroespacial de forma educativa y divertida. Entre los aspectos más destacados que se pueden experimentar en el sitio destacan el descubrimiento de las constelaciones, el embarque en el cohete Ariane o un paseo por la luna. También profundizaremos en la vida de los astronautas en el espacio y en la historia de su conquista.
Descender a la sima de Padirac

En el norte del departamento de Lot les aguarda una cavidad natural de varios cientos de miles de años de antigüedad, formada por la erosión y el colapso de la bóveda de una antigua cámara subterránea. El agua también se ha infiltrado allí erosionando las rocas. El resultado es espectacular con, por un lado, en la superficie, una cavidad de 35 metros de diámetro, y por otro, en las entrañas de la Tierra, una sucesión de galerías subterráneas que los visitantes pueden atravesar en un bote después de descender a 103 m de la superficie. Aquí, las estalactitas se reflejan en el agua cristalina, como en el magnífico lago de la Lluvia.
Rocamadour, un pueblo colgado de la colina

Rocamadour es uno de los pueblos más bellos de Occitania, y su localización seguro que le sorprenderá. Su construcción sobre un acantilado escarpado lo convierte en un lugar vertiginoso, a 1502 metro sobre un vasto cañón por el que fluye el río Alzou. Al llegar al pueblo, no debe perderse la oportunidad de pasear por sus pintorescas calles y subir los 216 escalones que conducen a la ciudad medieval. Si le gusta la arquitectura religiosa, debe visitar la iglesia de Nuestra Señora, la basílica de Saint-Sauveur o la capilla de San Miguel (Saint-Michel).
El Parque Nacional de Cévennes, inmersión en la naturaleza
El Parque Nacional de Cévennes es un lugar extraordinario para hacer senderismo y descubrir una gran variedad de paisajes. De la atmósfera granítica de la montaña de Lozère, pasamos a los majestuosos bosques del Aigoual, y después de haber atravesado las gargantas del Tarn, salimos para unirnos a los profundos valles de Cevennes. En este territorio de media montaña, se descubre una flora de gran belleza, turberas, acantilados, bosques de árboles frondosos, sin olvidar los páramos de las crestas de Cevennes. La fauna también está presente en masa con castores, buitres, ciervos, corzos y quebrantahuesos. Sin olvidar el patrimonio arquitectónico, con bellas viviendas tradicionales, puentes, fuentes y molinos.
Un paseo por las gargantas del Tarn

Las gargantas del Tarn bien valen unos días de estancia, pues le aguardan muchas experiencias: exploración, adrenalina, paz y tranquilidad, actividades al aire libre… Se trata de un cañón excavado por el propio Tarn entre las mesetas calcáreas del Méjean y la del Sauveterre; las caminatas revelan imágenes de rocas escarpadas, pequeños pueblos asomados a los acantilados y aguas cristalinas que no deben perderse cuando se navega en kayak. Para descubrir todo lo que hay que hacer en la zona, merece la pena acercarse a la Maison du Parc, que se encuentra en el castillo de Florac, en Lozère.
Una escapada urbana a Montpellier

Como ciudad estudiantil, es una de las urbes más animadas del sur de Francia. La visita empieza en la Place de la Comédie para observar su arquitectura antes de pasear por las calles del casco antiguo de l’Écusson, que seguro que llamarán su atención con sus mansiones y sus bonitas plazas, como la Place de la Canourgue. También puede cambiar de ambiente durante su estancia para explorar el distrito de Antigone, un buen ejemplo de arquitectura postmoderna. El Jardín de las Plantas y el paseo del Peyrou son visitas imprescindibles. Este último ofrece una vista de Cévennes y del mar en la distancia.
El circo de Gavarnie, un espectacular circo natural

Hace millones de años, la erosión glacial y fluvial formó excepcionales circos naturales en los Pirineos. Entre ellos, debemos mencionar el imprescindible circo de Gavarnie, que forma parte del macizo de Monte Perdido. Este anfiteatro natural está rodeado por varios picos de más de 3000 metros. Las clásicas rutas a pie permiten recorrer paisajes que se mantendrán siempre en la retina, especialmente el itinerario que conduce a la cascada de Gavarnie, que brota desde 432 m de altura. Se puede llegar a este espacio desde Bielsa.

Occitania
Este extenso y bello dominio que nace de la reorganización de las regiones administrativas francesas no cuenta con menos de 13 departamentos. Despliega tesoros de la naturaleza y el patrimonio a merced de sus montañas, los Pirineos, que van dibujando la frontera natural entre Francia y España, un litoral que recorre más de doscientos kilómetros desde la Camarga al golfo de León, cuyas tierras albergan ciudades y pueblos tan dinámicos como auténticos y acogedores.